“Escuchamos
para responder no para comprender”
Cuando nos
disponemos a escuchar a otra persona, debemos tratar de vaciar la mente de
cualquier cosa que la distraiga, debemos estar tranquilos y dispuestos a
atenderlo. Cuando tenemos tantas cosas en la mente a la vez, no podremos
comprender lo que otros necesitan o
desean expresarnos.
Por lo general
tenemos un remolino de ideas, pensamientos y juicios sobre lo que se nos está
comunicando y con base en ello respondemos o actuamos; no logramos ver más
allá, de nuestra limitada percepción.
La realidad se
pierde, se pierde entre las ideas y juicios del uno y del otro; por tanto no
logramos tener una verdadera
comunicación.
Definitivamente
no hay una verdad única, solo la que cada quien quiere ver, la que cada quien
crea en su mente.
No todos
entienden y atienden al otro, su necesidad primordial es ser escuchado también.
No te escucho
por escucharte de verdad, te escucho para que tú me escuches a mí…
¿Si ni siquiera
nos escuchamos a nosotros mismos, como pretendemos atender y entender a otros?
Cuando nos liberemos
de prejuicios y nos escuchemos y entendamos a nosotros mismos, podremos atender
y entender a otros y sus emociones, sin tener la necesidad de opinar…. Porque recordaremos
que cada uno ve las cosas desde su óptica…que esta es su realidad y su verdad….
un sinnúmero de vivencias, experiencias e historias detrás de cada uno…Las
cuales hemos permitido que nos definan, nos etiqueten y hasta nos condenen…
Asegúrate que
al escucharme, botes toda la basura de tu mente, no me ensucies con tus juicios,
no me enlodes con tu necedad…Deja que sea Yo y me exprese…¡Escúchame!, más que con tus oídos… con tu corazón...
Mireya M. 2017
© MMXVII-Todos los derechos reservados.
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Fuente imagen: Art People Gallery - Artista, Kenny Random