Dejé de recorrer la vida, mendigando amor donde
no lo hay. Donde ni siquiera se tiene la virtud de descifrar su significado…donde
se entrega el cuerpo, no el alma, ni el corazón. Donde los momentos que
compartes son vacíos y superficiales…te entregas por un instante…y no por toda
una eternidad….
Un mundo donde…
Oyes...no escuchas…
Adivinas…no presientes…
Quieres…no amas…
Hablas….no recitas…
Perdonas…no olvidas…
Y he aprendido a no buscar simples apariencias y
mejor aún descubrir virtudes y cualidades que se esconden tras un rostro muchas
veces inexpresivo para ti. Personas que en el fondo llegan a ser tan auténticas
e incomparables, cuya alma muchas veces es tan pura y transparente. Donde no
cabe la envidia, el rencor, ni ningún sentimiento de odio…tan solo la humidad, la
sencillez y el deseo de ofrecer a todo ser humano lo mejor de sí…
Es tan difícil encontrar en tu camino personas de
tal valor, pero aún más difícil es darse cuenta de que han estado frente a ti y
no los haz visto, no las ha sentido y no las has amado…
Abre tu corazón y tu mente, deja tus prejuicios y lograras
ver lo realmente valioso y esencial…de cada Ser.
Mireya M. 2018
© MMXVIII-Todos los derechos reservados
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